jueves, 10 de septiembre de 2009

DETALLITOS DE ALGUNOS SPOTS DE TV



 

 Los locos abren los caminos que

más tarde recorren los sabios”

 

LOS CHISTOSOS

            En una recepción con una rueda de amigos.
Un joven cuenta una anécdota graciosísima con un desenlace tan, pero tan original que tú y todos los de la collera sueltan una estentórea risotada.
Pasa un tiempo.
Cambias de grupo,
Vuelve a inmiscuirse el mismo joven y repite el mismo chiste, sin cambios ni variantes. Claro, todos los del nuevo grupo carcajean a mandíbula batiente.
Menos tú.
Simplemente, ahora tú solo sonríes levemente. Ya lo disfrutaste y conoces el sorpresivo final. Vuelves a cambiar de grupo y, como si el susodicho te siguiera, de nuevo se infiltra y comienza a repetir el mismísimo chiste.
Ni loco para volvértelo a soplar. Ipso-facto, das media vuelta... 
Eres fuga.
Ω
…y yo me pregunto: ¿Pasa algo igual o lo mismo con muchos comerciales humorísticos?
Yo mismo me contesto:   ¡SÍ¡
Justo por ello es recomendable que el chistecito o el gag –ya sea en el audio o en la imagen–  posea un encanto especial. Una idea original y motivadora que otorgue una larga vida útil y motivadora. Quizá un toque de frescura, de audacia o de algún chispazo personal e intransferible. Un “gimmick” atractivo e inédito, siempre será bienvenido y provocará verlo muchas veces en la casi siempre monótona tanda comercial. 
Ω

LOS ACOSADORES

            Se canta en un conocido vals de la guardia vieja:
<Toda repetición es una ofensa...>
Y hete aquí el problemita del mensaje publicitario repetitivo (a veces hasta la saciedad)
PREGUNTA.-           ¿Hay que borrar del mapa este tipo de publicidad reiterante?
RESPUESTA.-        Claro que no. Pero eso sí, una vez que los estrategas de medios nos den su veredicto de que un comercial cumplió su ciclo de vida, pues, entonces, llegó el inevitable momento de reemplazarlo. Sin más trámites.
ALGUNOS SPOTS DEL AYER
(ANTI MACHACONES)
            Los publicistas de viejo cuño –aun careciendo del enemigo “number one“: Su Majestad el CONTROL REMOTO– nos valíamos de ciertas triquiñuelas que, según parece, se han ahogado en el profundo azul del olvido. Por ello, según mi violáceo criterio, sería prudente resucitar esta efectiva y poco onerosa táctica. Ejemplo:
·        Creábamos un comercial con dos o tres aperturas diferentes (de pocos segundos)
·        En estos inicios, se espetaba una frase oportuna (motivadora, ingeniosa, humorística...)  se realizaba una acción distinta a manera de gimmick o gag.
·        Empleando el viejo truco de la reedición, aparentemente teníamos tres motivos diferentes del mismo spot.
·        Una vez que el Motivo “A” cumplía su ciclo, salía del aire e ingresaba el Motivo”B”. 
·        Siguiendo esta misma tónica se abría paso el Motivo “C”.
·        Y si la campaña era efectiva y de largo aliento, las tres versiones se rotaban a discreción. Claro, hasta saturar su vida útil.
Con este sencillo y muy lícito subterfugio se conseguía que los televidentes se tragaran la píldora alegremente, como si tratase de tres comerciales con mensajes diferentes.
¿Buenaza la estratagema, no?
 Ω
 ALGO PARA RECORDAR
(Y/O PARA ENTERARSE)
Ya que estamos en trance de rememorar,  viene a cuento narrar brevemente otras argucias que se solían emplear para  sacarle el jugo a la eficiencia de un mensaje publicitario.
Los redactores publicitarios del ayer (que hoy llamamos creativos), nos esmerábamos para acuñar frases ingeniosas, dichos o dicharachos que se pegaran como chicle en el habla coloquial del público de cualquier estrato o edad.
Ejemplos:
*<¡No te acalores!...> (Cerveza Cristal)
*<¡Conversa que te conversa Cerveza Cristal)
*<¡Viva el lujo y quien lo trujo!> (Ron Pomalca)
*<¡Palabra de chancho! (Manteca Gordito)
*< -¿Camisa nueva? -No, ¡lavadita con Ña Pancha!
*
* (Scala)
…Y MUCHAS OTRAS MÁS.
Pero estas frases proverbiales, solo botones de muestra, gozaron de un éxito inusitado. A tal punto que la gente –sin distinción– las empleaba cuando encajaban en la vida cotidiana.
POR EJEMPLO:
-       Oye compadre, me aseguras que no te vas a olvidar
-       No me olvidaré ¡palabra de chancho! 
¿No era esta una fórmula magnífica para que la marca prevalezca en la mente de los consumidores o usuarios?
Ω

 

DISQUISICIONES DE UNSOMNE

 

Noche, mensajera de los dioses,  tus sombras invitan a discurrir y dialogar con las musarañas. Quizá, también, porque la nocturnidad “nos impide precisar la dirección del tiempo”, como sostiene Borges.

 

Y en este lapso de insomnio esencial, viene a la memoria un pensamiento de Oscar Wilde:

 

Un libro no es, en modo alguno, moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo”.

 

Los publicistas deberíamos interpretarla entrelíneas:

No hay publicidad impropia sino inadecuada, en todo el sentido de su significado.

 

En una entrevista le preguntaron a Alfred Hitchcock si le gustaba que lo llamaran “El Rey del Suspenso. Sin inmutarse, contestó :

 

Yo no estoy en el negocio de las películas de suspenso.

Yo vendo carne de gallina.”

 

Un creativo consciente, diría: “Yo no estoy en este negocio para ganar premios. Yo creo ideas para que mi cliente venda su producto.

Si, por casualidad, ganan algún premio ¡bienvenido sea!”